martes, noviembre 28, 2006



El plan de Ayala y la situación critica del campo mexicano.


“Declaramos al susodicho Francisco I. Madero inepto para realizar las promesas de la revolución de que fue autor, por haber traicionado los principios con los cuales burló la voluntad del pueblo y pudo escalar el poder; incapaz para gobernar y por no tener ningún respeto a la ley y a la justicia de los pueblos, y traidor a la Patria por estar a sangre y fuego humillando a los mexicanos que desean libertades, a fin de complacer a los científicos, hacendados y caciques que nos esclavizan, desde hoy continuamos la revolución principiada por él hasta conseguir el derrocamiento de los poderes dictatoriales que existen”.


“. En virtud de que la inmensa mayoría de los pueblos y ciudadanos mexicanos no son mas dueños que del terreno que pisan sin poder mejorar en nada su condición social ni poder dedicarse a la industria o a la agricultura, por estar monopolizadas en unas cuantas manos, las tierras, montes y aguas; por esta causa, se expropiarán previa indemnización, de la tercera parte de esos monopolios, a los poderosos propietarios de ellos a fin de que los pueblos y ciudadanos de México obtengan ejidos, colonias, fundos legales para pueblos o campos de sembradura o de labor y se mejore en todo y para todo la falta de prosperidad y bienestar de los mexicanos.”


Estas son algunas de las declaratorias contenidas en el plan de Ayala promulgado el 28 de noviembre de 1911 por el General Emiliano Zapata Salazar, jefe revolucionario que luchó por la dignidad de los pueblos oprimidos y por la restitución de las tierras a los campesinos. Sin lugar a dudas, la lucha que emprendió rindió frutos mas tarde, cuando se aprobara la ley agraria del 6 de enero 1915 en la cual se concebía al ejido no como un nuevo sistema de tenencia, sino como reparación de una injusticia.


Sin embargo una minoría rapaz que ostenta los poderes públicos y que se dice representante de los intereses del pueblo, en vez de velar por los intereses de los mas desprotegidos, se ha dedicado en ir acabando con el patrimonio de los campesinos, valiéndose para esto de los métodos mas ruines que provocan que nuestra nación viva en un constante retroceso en todos los ámbitos de la vida nacional. El gobierno en general, se vale del engaño y se dedica a maleducar y a hacer mas ignorantes a las personas de esta nación, para que la población no se de cuenta que las acciones que emprenden los dirigentes políticos están dirigidas a beneficiar a los mas potentados, quienes mas tarde se dedicaran a esclavizar a los mas humildes de nuestra patria. Ya de aquellos ciudadanos libres, inteligentes y con conciencia social que emprenden lucha en contra de esta clase de injusticias, por que en seguida, el gobierno los tacha de rebeldes o gente incivilizada y antiprogresista, como en su momento lo hicieron con los héroes de nuestra patria.


Hoy en día la propiedad ejidal vive en una crisis que viaja a una velocidad acelerada en constante cuesta abajo, las reformas a la ley agraria y al artículo 27 Constitucional cambiaron el esquema de las autoridades agrarias y su asamblea, con la mas mala intención de acabar con el ejido , hubo muchas voces que se alzaron en protesta, pero todas se ahogaron en ese pestilente mar de la corrupción y la impunidad, la propia ley propicia la venta de los terrenos ejidales, permisos que no permitían los códigos y leyes anteriores.


Aquellas personas que dignamente se dedican a trabajar sus tierras encuentran que ésta, apenas les permite obtener los medios para subsistir, no siempre con una adecuada calidad de vida; sus tierras no pueden ser altamente productivas, debido a que el apoyo del gobierno hacia el campo es insuficiente y siempre esta condicionado a lineamientos políticos. La tecnología que necesita el campo no hace su aparición desde hace varios años, y en resumen el rezago agrícola es profundo.


La pronta desaparición del ejido y el próximo despojo de sus tierras a los campesinos (con nuevas artimañas del gobierno) asoman a la puerta ante la mirada de muchos ciudadanos que prefieren, ser parte de ese sistema corrupto o prefieren simplemente ignorar que estas cosas suceden en nuestro país, ante el paseo de bienes materiales producto del capitalismo, que son mas agradables ante la vista de ciertas personas, que el hecho de pelear por un patrimonio para las futuras generaciones. Cada día será más común escuchar el hecho de que ejidatarios venden sus tierras a particulares o a empresas gubernamentales para que estas construyan en su lugar proyectos carreteros, aeropuertos, zonas industriales, etc.


Así, en el lugar que podrían en un futuro las generaciones venideras estar labrando la tierra, veremos en su lugar obreros trabajando por un miserable sueldo para coadyuvar al enriquecimiento de aquellos que tienen los medios de producción, que como la historia lo ha atestiguado, por lo general serán una minoría, mientras el pueblo, en su mayoría, sigue viviendo en una constante injusticia social.

Sandino Leal www.sandino.blogspot.com